viernes, 8 de julio de 2016

Erasmus

¿Te han concedido la beca Erasmus y no sabes por dónde empezar cuando te vayas? ¡Que no cunda el pánico! Seguramente vas a vivir la mejor experiencia de tu vida así que disfruta desde el primer día (y sí, disfruta también de todos los papeleos).
Una vez sepas dónde vas a irte deberías empezar a buscar vuelos o maneras de llegar a tu destino. No seas tímido, pregunta a compañeros de carrera que hayan ido otros años, busca en facebook grupos de años anteriores que hayan ido a tu lugar de destino, cotillea y pregunta. No tengas vergüenza ni miedo. Todos serán amables contigo porque todos han pasado por lo mismo que tú. Y además, para todos ellos es una forma de revivir y recordar esos meses tan maravillosos.

Y, ¿para ir qué? Lo ideal siempre es ir en un vuelo directo. Sin agobios ni preocupaciones. Pero, esto no siempre es posible. Así que si eres de los que tienen que hacer escala intenta hacer las mínimas posibles porque somos unos exagerados. Sí, sí, unos exagerados.  Creemos que necesitamos todo lo que tenemos en casa y nos llevamos hasta comida que hacía meses que no probábamos porque claro… me voy de Erasmus y solo en mi ciudad saben lo que es comer bien. El resultado de esto son maletas con exceso de peso, bolsillos llenos, varias chaquetas puestas a 25 grados en pleno septiembre y todo lo habido y por haber. ¡Evita los “por si acaso”! Vas a tener muchos meses para comprar todo lo que hayas olvidado y no, no vas a necesitar 20 paquetes de pañuelos el primer día. Así que prioriza.

Una vez allí… pierde la vergüenza. Vayas al país que vayas si llevas un mapa alguien irá e intentará ayudarte.

¿El idioma? Intenta chapurrear el idioma que sea. Si sabes un poco de inglés lánzate con el inglés. Te acostumbrarás. No es una barrera tan grande como creemos. De verdad, te acostumbras. Y si eres una de esas personas que se apuntan a un bombardeo… ¡Anímate a aprender el idioma del país de origen!  Sin darte cuenta tendrás amigos y te habrás adaptado a la ciudad de destino sin complicaciones.
¿Piso o residencia? Lo que sea. Pero siempre con gente que te vaya a aportar algo nuevo. No te vayas a vivir con tu amigo de la universidad si quieres aprender el idioma. Podéis vivir en la misma calle y aprovechar la experiencia de vivir con gente a la que no conoces de antes, que no habla tu idioma y cuya cultura es diferente a la tuya. Podrás conocerte mejor sin tener que renunciar a vivir cerca de tu amigo.
Una vez empiecen las clases aprovecha los primeros días para hacer amistades nuevas. Los primeros días puede que no entiendas ni una palabra de lo que dice el profesor pero en poco tiempo notarás que ya “has hecho oído” y que prácticamente lo entiendes todo a la perfección.

Durante tu tiempo Erasmus echarás de menos a tus amigos, a tu familia, a tu universidad… Lo echarás de menos todo a la vez que estarás saltando de alegría por todas las nuevas experiencias vividas. Hasta que, un día, de repente te das cuenta de que la cuenta atrás ya ha empezado. Tu Erasmus está llegando a su fin. Y te tendrás que despedir de tu segunda casa no sin antes enviar alguna caja repleta de recuerdos a tu casa.


¡APÚNTATE A UN BOMBARDEO! ¡DISFRUTA DE TU ERASMUS! Y ya sabes… Hagas lo que hagas, ¡ponte bragas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario